jueves, 2 de septiembre de 2010

Tienes un brote, hija mía

Con esta frase empezaron -y casi terminaron al mismo tiempo- mis vacaciones. Este año tenía aún más ganas que de costumbre de irme de vacaciones, porque me encontraba muy cansada. Yo lo achacaba a la recuperación de los meses de baja médica tras una operación en la que tuve muy mala suerte a finales del año pasado, pero a principios de agosto un hormigueo en los pies me hizo pensar que quizá se trataba de un brote.

Llamé a mi neurólogo, y el primer día de mis vacaciones en España me pasé por su consulta, ya con los dos pies totalmente dormidos. El diagnóstico: un brote, y directa al hospital de día para tratarlo con corticoides. Cinco días intravenosos y otros tantos por vía oral. Parece mentira que después de diecisiete años con esclerosis múltiple siga resultándome tan complicado identificar los brotes.

El médico me dijo que en recuperarme totalmente (o el máximo posible) podría tardar hasta seis meses. También que, como ya sospechaba, el interferón ha dejado de ser eficaz conmigo, así que hay que cambiar de tratamiento. La opción más probable es Tysabri. Si alguno de los que leais esta entrada lo utilizais, ¿me podeis contar un poco vuestra experiencia? Reacciones, cómo os sentís después del tratamiento, si os sienta bien en general...

Otro día os cuento más sobre mis brotevacaciones. ¡Espero que las vuestras hayan transcurrido con mejor salud que las mías!

2 comentarios:

  1. ¡Ánimo Mitra! Entonces, ¿nada de vacaciones? Las mias en París muy bien aunque tuve que comprarme un bastón (¡qué tonta! me fui tan pancha como si no me pasara nada, ya ves que no eres la única) y en algunos momentos casi a rastras, y en otros completamente a rastras. Tengo una visión lejana, nebulosa y febril de la Victoria de Samotracia con la escalera a sus pies atiborrada de adoradores en enjambre y yo a punto del patatús. Pero la verdad es que si no te acercas a las tres reinonas (Victoria, Venus de Milo y Gioconda) el Louvre puede visitarse sin grandes agobios incluso sentarte al lado de un Fidias como si nada: "Ea, aquí estoy".
    ¿Por qué no escribes más si ahora "tienes más tiempo"? Aunque la mayor parte de las veces no decimos nada, la verdad es que os leemos y encontramos ese parentesco y entendimiento que da la misma experiencia y que (afortunadamente) no suele estar a nuestro alrededor por lo que dejamos de contar por no dar más la vara ni ver caras de impotencia.
    Tú escribes muy bien y puedes hablar de muchas cosas que son difíciles de expresar para muchos y que el mero hecho de leerlas ya consuela. Así que ponte a ello y ten la seguridad de que tu esfuerzo no es inútil.
    Un beso

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  2. Muchas gracias por tu ánimo, por leerme y por tus comentarios. Prometo escribir más a menudo (de todas formas, en verano he abandonado el blog por un buen motivo: primero porque tenía una vía en la muñeca, y después... ¡porque me fui a la playa!! y no tenía conexión.
    Así que, como ves, sí tuve algo parecido a vacaciones, aunque bastante marcadas por el cansancio. A ver si me da tiempo a escribir sobre ellas esta tarde.
    Me alegro un montón de que fueras a París, y que lo exprimieras al máximo dentro de tus posibilidades.
    Un beso

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