Terminaba mi post del otro día acordándome de lo importante que es saber que hay alguien con quien podemos contar. Comprendo perfectamente a esa chica que me dijo que no quería pedir ayuda a sus amigos... pero creo que hay que cambiar de mentalidad.
No es que a mi no me resulte difícil reconocer (sobre todo ante mí misma) mis limitaciones... pero creo sinceramente que no es malo apoyarse en quienes nos quieren, pedir ayuda, si es necesario. Es posible que lo que a mí me parece un gran esfuerzo (ir al supermercado, por ejemplo), a otra persona no le cueste nada. Y puede que esa persona necesite un día contar conmigo para escucharla y comprenderla.
Por supuesto que no me refiero a ir pidiendo favores a diestro y siniestro. En primer lugar, no hay que abusar; y también hay que saber a quién se le piden las cosas. Aunque siempre te puedes llevar una decepción: recuerdo el día en que la que era mi mejor amiga me dijo que existen dos tipos de personas, las que hacen demasiados favores y las que piden demasiados. Yo, por supuesto, estaba en la segunda categoría... sus palabras me marcaron, no sé hasta qué punto ella es consciente.
Aún así no puedo dejar de acordarme de todas las veces que ella, u otras personas, estuvieron ahí cuando las necesitaba. A todos ellos, gracias. Sabeis que podeis contar conmigo.
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