Llevo unos días sin escribir, he estado bastante liada en el trabajo y con algunas novedades importantes en mi vida: ¡mi novio se viene a Bruselas! Así que tengo bastantes cosas que hacer, visitas a Ikea incluidas.
Y curiosamente, llevo unos días que me encuentro bastante bien, con más fuerza de la habitual, mejor equilibrio, más ganas de hacer cosas. Creo que el tysabri puede tener mucho que ver (justo la semana pasada me lo pusieron por segunda vez), pero tampoco me cabe duda de que el hecho de estar feliz también influye en mi estado de salud. Y al contrario, que me encuentre mejor hace que esté más contenta, de forma que se cierra el círculo: estoy mejor-me suben los ánimos- me siento mejor.
El caso es que da igual por lo que sea, pero estoy feliz. Tanto que me sorprendo a mí misma pensando que si sólo por encontrarme un poco mejor (pero lejos de estar perfecta, claro) tengo el ánimo por las nubes, "la gente" que se encuentra bien todos los días debería celebrarlo a diario.
Sé que puede parecer una perspectiva un poco simplista, pero creo que en el fondo no lo es tanto. Todo gira en torno a valorar las pequeñas cosas, los pequeños pasos. Cualquier pasito hacia adelante es un gran triunfo. Y además, todo depende de la vara de medir de cada uno: lo que para mí es motivo de alegría, y califico como encontrarme "mejor", para mucha gente sería motivo de preocupación y tristeza, y un claro "estar peor".
Por supuesto que yo también puedo medirme en comparación con quienes no tienen esclerosis múltiple, y quedarme en en lado de la tristeza pensando en como no voy a estar nuca más. En lo que podría hacer, en cómo sería. Pero eso no sirve, hay que reconocer la realidad y hacerle frente, siendo conscientes de las limitaciones... pero también sin rendirse. Y parte de ello es la ccsvi. ¡Queda menos de un mes para la cita!
¡Bravo!
ResponderEliminarNo puedo dejar de comentar tu post... Que excelente tu actitud... y estoy 100% de acuerdo contigo!
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